En la antesala del paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el 9 de mayo, el Gobierno liderado por Javier Milei anunció una medida controvertida: descontará el día a los empleados estatales que se sumen a la huelga. El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó esta decisión en una conferencia de prensa, además de instar a denunciar cualquier intento de extorsión relacionado con la participación en la medida de fuerza.
Según Adorni, el paro carece de una razón aparente, y se ha habilitado la línea 134 para reportar cualquier situación de extorsión. Además del descuento salarial, el Gobierno advierte que las organizaciones que participen en la marcha deberán asumir los gastos que esta ocasione. La medida de la central sindical es una respuesta a las reformas propuestas por la gestión de Milei, especialmente en lo que respecta al capítulo laboral y la reversión de la eliminación del impuesto a las Ganancias para los trabajadores.
Uno de los puntos de conflicto radica en si los empleados estatales que no puedan asistir al trabajo debido a la falta de transporte también serán penalizados. Adorni afirma que se descontará el día a aquellos que se interprete que no asistieron debido al paro y no por problemas de movilidad.
El Gobierno critica fuertemente la acción sindical, destacando la cantidad de paros y protestas durante su mandato en comparación con gobiernos anteriores. Por su parte, la CGT insiste en sus presiones a los senadores para que voten en contra de las reformas propuestas por el Gobierno. Pablo Moyano, referente camionero y miembro de la central obrera, ha expresado que el paro general busca enviar un mensaje a los senadores aún indecisos.