Las consecuencias devastadoras de las inundaciones en el sur de Brasil han desencadenado una respuesta sin precedentes por parte del gobierno argentino, que ofreció una amplia gama de recursos militares y humanitarios para ayudar en las labores de rescate y recuperación. La situación, calificada por el gobernador de Rio Grande do Sul como un “escenario de guerra”, dejó un saldo de 83 muertos, 111 desaparecidos y más de 129.000 personas desplazadas de sus hogares.
La tragedia, que golpeó a más de 364 ciudades y poblados en la región agropecuaria, movilizó a las autoridades argentinas a ofrecer una ayuda sin precedentes a su país vecino. Desde una brigada de efectivos y caninos de la Policía Federal Argentina hasta helicópteros para evacuaciones y buzos tácticos de la Armada Argentina, el gobierno argentino desplegó una lista completa de recursos para colaborar en las operaciones de búsqueda y rescate.
El comunicado emitido desde el Palacio San Martín destaca la solidaridad de Argentina con Brasil en este momento de crisis, reiterando su compromiso de apoyar al Gobierno y al pueblo brasileño ante las trágicas consecuencias de las inundaciones. Aunque las lluvias cesaron, muchas ciudades, incluida Porto Alegre, siguen inundadas, y la preocupación por el suministro de agua y alimentos continúa en aumento.