Zoe Pérez tres meses

Tres meses pasaron desde que Zoe Pérez fue encontrada sin vida en una vivienda del barrio Barracas, en La Toma. En el lugar vivía Adrián “El Gringo” Rodríguez, quien junto a Leandro Oses, son los principales sospechosos del hecho. Ambos están detenidos acusados de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por el género” en el caso de Rodríguez y “homicidio calificado por el género” en relación a Oses.

En los últimos días se sumó una prueba clave para la querella porque se contrapone a lo que declararon los acusados. Se trata de registros fílmicos de una casa ubicada en frente del lugar donde se ve a Oses caminando solo.

Los imputados habían asegurado que la adolescente de 17 años salió de la propiedad junto a Oses, pero que a unas cuadras decidió regresar porque había olvidado algo. Rodríguez dijo que cuando se levantó, encontró a la víctima desvanecida en el suelo.

“Ninguna duda me cabe que entre los dos imputados después del crimen existió un pacto de silencio y un plan de coartada, para intentar alcanzar la impunidad. Un plan y un pacto que claramente les salió mal”, sostuvo el abogado que representa a la familia de Zoe, Esteban Bustos.

El letrado explicó que el material fílmico fue remitido por el Departamento de Delitos Complejos y fue realizado sobre el secuestro de cámaras de seguridad: “Advertimos que Zoe llegó con ambos al lugar del crimen y que jamás salió de ahí, ellos decían que se había ido temprano, es más acompañada por uno de los imputados, la realidad es que ella nunca salió de la casa”.

El mes pasado, la fiscal de Género, Diversidad Sexual, Infancias y Adultos Mayores, María del Valle Durán reveló que el resultado de Anatomía Patológica confirmó que la adolescente murió por asfixia.

“Se corresponde a una compresión extrínseca, es decir, que por maniobras externas se le impidió poder continuar respirando. Considero que atento a las marcas de las lesiones que tenía en el cuello, se podrían corresponder a una cuerda fina, como un cordón de zapatilla, por ejemplo”, explicó Bustos.

A tres meses del hecho, el abogado hizo énfasis en otra prueba clave como el informe de necropsia. “Se desprenden múltiples excoriaciones, equimosis y una herida cortante en la mano con signos macroscópicos de vitalidad, las cuales no poseen sin entidad suficiente para provocar la muerte, entonces de acá se desprende esa muerte criminal y brutal, haciéndola padecer un sufrimiento innecesario e inhumano”, precisó.

“Lamentablemente Zoe fue despojada del bien jurídico protegido más preciado que es el derecho a vivir, se le quitó la vida de la forma más cruel e inhumana, como si la vida de ella les perteneciera, y lejos de arrepentirse, o colaborar con la investigación, comenzaron a pergeñar cómo iban a lograr zafar del hecho, por esas razones pedimos justicia por Zoe, sentar un precedente jurisprudencial y una condena ejemplar”, concluyó.

fuente: CH