Santa Maravillas de Jesús nació el 4 de noviembre de 1891 en Madrid, España. Ingresó a la Orden de las Carmelitas Descalzas, tomando su nombre religioso. Su vida estuvo marcada por un profundo amor a Dios y un deseo ferviente de revitalizar la espiritualidad de su congregación.
Reconocida por su santidad y dones místicos, dejó un legado de humildad, oración y entrega total a la voluntad divina, convirtiéndose en una figura clave del siglo XX en la vida contemplativa.