Un tribunal en Aviñón, Francia, condenó este jueves a Dominique Pelicot, de 72 años, a 20 años de prisión, la pena máxima permitida bajo la ley francesa, tras ser declarado culpable de drogar, violar y permitir que otros hombres abusaran de su exesposa, Gisèle Pelicot, mientras estaba inconsciente. Los delitos se llevaron a cabo durante casi una década, marcando uno de los casos más estremecedores en la historia reciente del país.
El juez Roger Arata, quien presidió el tribunal, leyó la sentencia que podría significar que Pelicot pase el resto de su vida en prisión. Durante el dictamen, el acusado se mantuvo en pie, pero al escuchar el veredicto se sentó y rompió en llanto.
51 CULPABLES EN TOTAL
Además de Dominique Pelicot, el caso incluyó a otros 50 hombres acusados de violación y agresión sexual. El tribunal dictaminó culpabilidad para todos excepto uno, quien fue absuelto del cargo de violación, pero encontrado culpable de agresión sexual agravada. Las sentencias, que incluyeron penas de distinta severidad, fueron leídas una a una en una audiencia que tomó más de una hora.
Gisèle Pelicot, quien presenció el juicio desde un lateral de la sala, mostró su aprobación al escuchar los veredictos, asintiendo en algunos momentos mientras el juez leía los cargos.
UN CASO QUE CONMOVIÓ A FRANCIA
El juicio no solo reveló los atroces abusos sufridos por Gisèle, sino que también desató un debate nacional sobre la cultura de la violación y la complicidad en casos de violencia sexual en Francia. En una sala contigua, donde familiares de los acusados seguían el proceso por videotransmisión, el anuncio de las sentencias provocó llantos y sollozos.
Este caso se convierte en un hito legal y social, visibilizando las atrocidades que pueden resultar de estructuras de poder abusivas y la importancia de la justicia en la reparación de las víctimas.