la carne vacuna más barata por la falta de consumo

En medio de una de las mayores caídas históricas del consumo, los precios de los diferentes cortes de carne, especialmente el asado, están en mengua y la actividad afronta una profunda crisis. “Los frigoríficos se están matando en la calle porque los carniceros no están comprando”, alertó Miguel Schiariti, presidente de CICCRA.

La carne es uno de los productos que menores incrementos registra en lo que va del 2024. Pese a la caída en los niveles de aumento, el desplome del consumo, producto de la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos, que lleva a los argentinos a elegir otras alternativas como el pollo o el cerdo, está sumiendo al sector en una profunda crisis.

Este martes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló que el Índice de Precios al Consumidor de abril fue del 8,8%, acumulando subas, en el primer cuatrimestre del año, del 65%.

Es en este último dato en donde se refleja la reducción en los aumentos de la carne vacuna, con incrementos muy por debajo de la inflación general divulgada por el organismo.

En este aspecto, el clásico Asado es el que encabeza la desaceleración de los aumentos. Mientras que cerró el año pasado con un precio promedio para el Gran Buenos Aires (GBA) de $5.195,96, en abril este número llegó a $6.505,58, representando, así, un incremento del 25,2%, casi 40 puntos porcentuales inferiores al IPC de los primeros cuatro meses.

Lo mismo, aunque con sus respectivas variaciones, ocurre con la carne picada, la paleta, el cuadril y la nalga.

A pesar de la reducción en el ritmo de aumento de los precios, en comparación tanto con la inflación general como con otros rubros incluidos en la Canasta Básica Alimentaria, la carne, uno de los elementos fundamentales en la dieta de los argentinos, continúa siendo relegada en medio de la recesión y la disminución del poder adquisitivo.

Es que, según un reciente informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, el consumo cayó un 17,6% en el primer trimestre del año, a nivel interanual, convirtiéndose en el peor registro de los últimos 30 años y uno de los más bajos en la historia.

Para el presidente de la entidad, Miguel Schiariti, “el precio de la carne viene muy retrasado y eso está vinculado al nivel de ingreso de las personas, absolutamente deteriorado” por la recesión.

“Si uno analiza que con un kilogramo de asado se puede comprar tres kilos de pollo, o 2 kilos de cerdo, hace que la gente, ante la falta de plata, termine decidiendo por el bolsillo y no por lo que le gustaría comer”, argumentó, al tiempo que aseguró que “da toda la sensación de que esta tendencia se va a mantener de esta manera”.

Respecto a la caída de las ventas, que golpea sobre todo a las PyMEs, afirmó que “el comerciante medianamente se la rebusca” ya que “está vendiendo también cerdo y pollo, entonces esos cortes le ayudan a cerrar su caja”, pero que, por el contario, “la pequeña y mediana industria frigorífica la está pasando muy mal, con quite de horas extras y hasta el cierre de algunas fábricas”.

En este sentido, advirtió que “se están matando en la calle”, refiriéndose a un “combate de precios” muy fuerte, ya que “los carniceros están comprando bastante menos que el año pasado” a partir no solo de la susodicha baja del consumo sino también de, en simultáneo, un fuerte incremento en las tarifas, en algunos casos con sumas millonarias.

Sin embargo, señaló que la situación del sector podría haber sido aún más grave si la sequía del año pasado hubiera persistido. “Como este año llovió, la gente está sacando los animales muy lentamente y hay una caída en la oferta de carne importante. Si no existiera esto, los precios se habrían derrumbado aún más y estaríamos en una situación aún más lamentable de la que tenemos ahora”, indicó.

Por último, remarcó que “la exportación está en un caso muy semejante” ya que “con el precio del dólar a menos de $1000, más allá del dólar blend, que dispone un 20% en CCL y un 80% al oficial, los números no cierran ya que, en dólares, la carne aumentó muchísimo”.

“Hoy tenemos el novillo más caro de entre los países de la región, lo que no ayuda a la situación”, concluyó.