El Tribunal Oral Federal N°2 de Salta dictó sentencia el pasado 30 de diciembre en un caso que conmocionó a la comunidad. Cuatro hombres fueron condenados por transportar 314 kilos de cocaína en un móvil del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Aguas Blancas.
Las condenas incluyeron a Julio Araníbal y Andrés Florentín Salto, quienes recibieron 7 y 8 años de prisión, respectivamente, por el delito de transporte de estupefacientes. Por su parte, Nahuen Galarza, hijo del jefe del cuartel, fue sentenciado a 4 años y 6 meses de prisión, mientras que Federico Reyes, con un rol menor en los hechos, recibió 3 años de prisión en suspenso. En contraste, el jefe del cuartel, Fredi Galarza, fue absuelto.
El hecho ocurrió el 15 de marzo de 2024, cuando efectivos de Gendarmería Nacional descubrieron la droga durante un control en la Ruta 50. La camioneta, que supuestamente se dirigía a asistir a un vehículo averiado, ocultaba la cocaína, que tenía un 88% de pureza. Tras una exhaustiva investigación, se estableció la conexión de los implicados con una red narcotraficante.
El caso generó gran repercusión por el uso de un vehículo oficial en actividades ilícitas, subrayando la necesidad de fortalecer los controles en todas las instituciones.