Bangladesh fue distinguido como “País del Año” por The Economist gracias a su histórica transición política y económica. La destitución de Sheikh Hasina, quien gobernó durante 15 años en medio de denuncias de represión y corrupción, marcó un cambio decisivo. Liderado ahora por Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz, el país busca estabilizarse y garantizar elecciones libres, enfrentando retos como el extremismo y las relaciones internacionales.
Argentina estuvo entre los finalistas por las reformas económicas del presidente Javier Milei, que lograron frenar la inflación y estimular el crecimiento. Sin embargo, las medidas generaron tensiones sociales y desafíos a largo plazo. Polonia, por su parte, destacó con el regreso de Donald Tusk, quien busca restaurar las instituciones democráticas, y Sudáfrica sorprendió con la pérdida de mayoría del Congreso Nacional Africano, lo que resultó en una coalición histórica.
El reconocimiento de Bangladesh subraya la importancia de los cambios democráticos en el ámbito global. Aunque los finalistas también mostraron avances significativos, el galardón premia la resiliencia y el progreso transformador de esta nación del sur de Asia.