El presidente, Javier Milei, firmó un decreto que prevé un aumento significativo en el impuesto a los combustibles, con repercusiones directas en los precios de la nafta y el gasoil en todo el país. Este incremento, que se estima en un 53%, debería entrar en vigor a partir del 1° de mayo, según lo estipulado en el decreto firmado en febrero por Milei, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el ministro de Interior, Guillermo Francos.
El aumento impositivo, que había sido postergado desde octubre de 2023, representa un desafío económico para los consumidores argentinos, ya que se traducirá en un alza del 7% en los precios de la nafta y el gasoil, según estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Esta medida, de no ser modificada por el Gobierno, supondría un nuevo golpe al bolsillo de los ciudadanos, que ya enfrentan dificultades económicas.
El ajuste propuesto marca el final de un proceso de regularización de incrementos remanentes, según lo establecido por el decreto 107/2024. La administración anterior, liderada por Sergio Massa, mantuvo congelado este tributo durante 10 trimestres consecutivos desde julio de 2021. Ahora, la gestión de Milei busca poner fin a esta situación y aplicar ajustes acordes a la realidad económica del país.
Según los cálculos del IARAF, el impuesto a los combustibles aumentaría su monto desde $132 por litro a $202 por litro, lo que representaría un incremento del 53%. Sin embargo, este aumento no se trasladaría de manera proporcional al precio final de los combustibles. Por ejemplo, en el caso de la nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires, este ajuste implicaría un aumento del 8,3%, pasando de $837 a $907 por litro.