La ciudad de San Vicente, ubicada en la provincia de Misiones, se vio sacudida por un acto de violencia sin precedentes que ha dejado consternada a toda la comunidad. En un trágico suceso, un niño de apenas 4 años, identificado como Atriel, fue llevado al hospital ya sin vida por su propia madre, quien confesó haberlo golpeado en exceso. El pequeño presentaba múltiples hematomas y lesiones en diversas partes de su cuerpo, indicando un claro caso de maltrato infantil.

El  descubrimiento tuvo lugar cuando la madre, visiblemente alterada, llegó al centro de salud en la mañana del jueves con el cuerpo inerte de su hijo. Los médicos, consternados por el estado del niño, fueron informados por la mujer de que ella misma había propinado los golpes mortales. Ante esta confesión estremecedora, se alertaron de inmediato a las autoridades pertinentes, dando inicio a una investigación que ha conmocionado a toda la región.

Gerardo Casco, a cargo del Juzgado de Instrucción de San Vicente, ordenó la detención preventiva de la madre, identificada como María, de 21 años. La vivienda de la acusada fue allanada, revelando evidencia incriminatoria que apunta hacia un acto premeditado de violencia. Pruebas de luminol encontraron manchas de sangre, mientras que el hallazgo de un pedazo de cable, una rama y utensilios de manicura refuerzan la gravedad del crimen.

Sin embargo, el caso aún presenta interrogantes, ya que las autoridades continúan la búsqueda del padre del niño, D.R.R., de 36 años. Aunque la madre ha confesado su culpabilidad, se sospecha de la posible participación del padre en el infanticidio, ya sea como cómplice o como autor principal. Se despliegan esfuerzos para localizarlo tanto en San Vicente como en otras áreas de la provincia, con la hipótesis de que podría haber huido hacia Oberá.