El caso de Gastón Sanz sigue envuelto en incertidumbre a casi 3 años de su desaparición

La desaparición de Gastón Sanz, estudiante de abogacía de 23 años, es un misterio que sigue sin resolverse, dejando una profunda herida en su familia. Visto por última vez el 20 de febrero de 2022 en la zona de Lesser, el joven salió a despejarse cerca del Río Castellanos, según había anunciado a su madre días antes. Aquella salida, que parecía una búsqueda de calma, se convirtió en el punto de partida de un caso cargado de preguntas sin respuesta.  

En los meses que siguieron, la familia enfrentó una ardua búsqueda y la angustia de no tener noticias. El Gobierno de Salta ofreció una recompensa para quienes proporcionaran información clave sobre su paradero, pero hasta ahora no se han obtenido pistas concretas. Recientemente, Andrés Sanz, padre del joven, anunció que el fiscal penal Daniel Alejandro Escalante reactivará la investigación, renovando una esperanza que había comenzado a apagarse.

La salud mental de Gastón, quien padecía trastorno de bipolaridad y estaba bajo tratamiento médico, fue un punto central en las primeras hipótesis. Sin embargo, con el paso del tiempo y la falta de evidencias relacionadas con esta línea de investigación, las posibilidades se han abierto a nuevas teorías. Pese a los esfuerzos de las autoridades y de su familia, el caso permanece en un punto muerto.

A casi tres años de aquel día, la lucha de la familia Sanz sigue intacta. Cada día renuevan la esperanza de encontrarlo o, al menos, de descubrir qué ocurrió aquella fatídica tarde. Este caso no solo refleja el dolor de una familia, sino también la necesidad de mantener viva la memoria de quienes aún no han regresado. La búsqueda de Gastón Sanz es un recordatorio de que la ausencia nunca debe ser ignorada.