En un triste episodio que ha conmocionado a la comunidad de Criciúma, Brasil, un bebé de apenas un año y dos meses regresó a casa con el rostro lleno de heridas después de su jornada en el jardín de infantes. El incidente ocurrió durante la siesta, cuando varios niños dormían y otros estaban despiertos en el establecimiento administrado por la Asociación de Asistencia Social a la Mujer de Criciúma (AFASC). Según relató la madre del niño, el personal del jardín le informó que su hijo fue mordido por otro compañero de clase, una situación que, lamentablemente, no es inusual en el contexto infantil. La indignación de la madre se incrementó al notar la falta de supervisión adecuada y la ausencia de medidas de seguridad para prevenir este tipo de incidentes.
La madre del bebé afectado expresó su preocupación por la situación, señalando que no es aceptable que un niño bajo el cuidado de adultos capacitados termine con lesiones tan graves. Con el apoyo del Departamento de Policía de Protección de Niños, Adolescentes, Mujeres y Adultos Mayores, la madre presentó una denuncia formal contra el jardín de infantes, exigiendo respuestas y medidas correctivas para garantizar la seguridad de todos los niños en el centro educativo.
Los investigadores que llevan el caso revelaron que el estado en el que se encontraba el rostro del bebé era alarmante, y notaron la angustia del personal del jardín, quienes aparentemente no estaban preparados para manejar la situación. Se plantea la preocupación de que la falta de personal y recursos esté poniendo en riesgo la seguridad de los niños en las guarderías administradas por AFASC, lo que refuerza la necesidad de una revisión exhaustiva de las políticas y prácticas de seguridad en estos centros educativos.