El líder de la organización narcotraficante Los Monos, Ariel Máximo “Guille” Cantero, ha sido objeto de una decisión judicial sin precedentes que le prohíbe el acceso a los teléfonos públicos desde la prisión de Marcos Paz. Esta medida extrema llega después de que se descubrieran sus elaboradas artimañas para mantener la comunicación con sus socios fuera de la cárcel.
Cantero, quien se encontraba limitado en sus conversaciones desde el penal, ingeniosamente ideó diversas estrategias para continuar orquestando ataques desde adentro. Una de ellas involucró un cambio fingido en su orientación sexual, donde se presentó como bisexual para justificar la llegada de personas a las que necesitaba contactar. Esta táctica fue desentrañada por la Fiscalía Federal de Primera Instancia N°1 de Morón y la Procuraduría de Narcocriminalidad, quienes solicitaron la prohibición del uso del teléfono y limitaron sus visitas higiénicas.
Pero las artimañas no terminaron ahí. En otra estrategia astuta, Cantero utilizó lo que se conoce como “triangulación de llamadas”, donde involucraba a terceras personas en sus comunicaciones para evitar ser rastreado. En este caso, se descubrió que empleaba a su hija Triana como intermediaria para dar órdenes a sus cómplices fuera de la prisión.
Estas revelaciones han puesto de manifiesto la astucia y determinación del líder narco para mantener su influencia y control, incluso tras las rejas. La prohibición del uso del teléfono público marca un hito en los esfuerzos por contener la actividad delictiva desde las cárceles y subraya la necesidad de medidas cada vez más estrictas para contrarrestar las redes criminales.