La fase de Luna nueva no solo marca un momento especial en el calendario astronómico, sino que también ofrece una oportunidad única para los amantes del cielo nocturno. En esta fase, el Sol y la Luna se encuentran en conjunción, compartiendo la misma longitud celeste. Como resultado, la cara iluminada de la Luna se orienta lejos de la Tierra, dejando el cielo libre de su luz.
Según Space.com, este fenómeno es ideal para observar con claridad estrellas, planetas y otros cuerpos celestes que, de otra manera, quedarían opacados por el resplandor lunar. Es el momento perfecto para sacar telescopios o simplemente tumbarse bajo las estrellas y contemplar la majestuosidad del universo.
Esta oportunidad imperdible invita a conectar con la inmensidad del cosmos y disfrutar de un cielo nocturno como pocas veces se ve. ¡No te lo pierdas!