San Luis se encuentra conmovida tras la muerte de Lourdes Florencia Rosales, una joven de 20 años cuyo fallecimiento, ocurrido el pasado 6 de febrero, ha dejado más interrogantes que respuestas. Lo que inicialmente se catalogó como un suicidio, dio lugar a una investigación por muerte dudosa ante las sospechas de la familia, que apuntan hacia el novio de la víctima. Mientras la justicia avanza a paso lento, los allegados de Lourdes claman por verdad y justicia, convencidos de que su muerte no fue un acto voluntario.
Desde el primer momento, el caso de Lourdes Rosales estuvo rodeado de misterio y controversia. Sus padres la encontraron sin vida en su hogar del barrio 500 Viviendas Sur, después de varios intentos fallidos de comunicarse con ella. Aunque en un principio se barajó la hipótesis del suicidio, testimonios de testigos apuntan hacia una posible disputa entre la joven y su pareja días antes de su trágico desenlace.
El foco de las sospechas recae en el novio de Lourdes, quien, según relatos de la familia, habría mantenido una relación marcada por la violencia y el hostigamiento hacia la víctima. A pesar de las evidencias circunstanciales y los testimonios que lo implican, el sospechoso evitó ser llamado a declarar y se mantiene en libertad, lo que ha generado fuertes críticas hacia el sistema judicial por parte de los allegados de la joven fallecida.
La familia de Lourdes, desesperada por esclarecer los hechos, lograron que se realice una segunda autopsia a la víctima, aunque los resultados podrían demorar meses. Además, reclaman acceso a las grabaciones de las cámaras de seguridad y cuestionan la actuación policial y judicial, alegando que la investigación ha sido mal gestionada desde el principio.