A partir de enero, los senadores de la Nación recibirán un aumento en sus dietas, alcanzando un salario mensual de $9.500.000. La medida ha generado reacciones negativas, especialmente en un contexto de dificultades económicas que enfrenta la ciudadanía.
En una conferencia tras la última sesión especial, la vicepresidenta Victoria Villarruel solicitó tratar el congelamiento de estos sueldos, aunque su propuesta no logró incluirse en el temario. Villarruel señaló: “No soy yo quien toma esas decisiones, pero espero que los senadores lo debatan”.
El aumento salarial reaviva un debate pendiente sobre los ingresos de los legisladores y la necesidad de medidas que reflejen empatía con la situación económica general.