En un operativo de la Dirección General de Investigaciones (DGI), ordenado por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, se logró desmantelar una red de explotación laboral que afectaba a trabajadores salteños en condiciones de extrema vulnerabilidad. Fueron detenidos Carlos D. Ch. (contratista), Pablo P. (empresario) y Walter M. (arquitecto), quienes operaban en el Delta Center de Tigre, un lujoso complejo. Los obreros, originarios de Salta, vivían en condiciones indignas: hasta 35 personas compartían una misma habitación, durmiendo en colchones viejos y deteriorados.
Los trabajadores, que desempeñaban sus labores en jornadas de hasta 14 horas diarias, no solo carecían de remuneración, sino que también estaban privados de una alimentación adecuada, recibiendo comida en condiciones deplorables. Además, no estaban registrados, lo que incrementaba su vulnerabilidad a abusos.
Según los informes, más de 150 personas habrían sido víctimas de este sistema de explotación en los últimos dos años, siendo este un caso alarmante de trabajo en negro y trata laboral. El cuarto sospechoso, identificado como R.P., sigue prófugo, y la investigación continúa para dar con su paradero y profundizar en el caso.
El operativo marca un avance significativo en la lucha por los derechos laborales y la justicia social, destacando la importancia de erradicar la explotación y proteger a los trabajadores vulnerables en condiciones precarias.