João Fantazzini confió en Gol Airlines para transportar a su amado perro Joca desde São Paulo hasta Sinop, pero un error de la aerolínea llevó a consecuencias devastadoras.

Joca, de 5 años, fue colocado en el vuelo equivocado, donde pasó horas en condiciones extremas antes de fallecer.

La angustia de Fantazzini se vio agravada al enterarse de que su mascota había sido enviada en el vuelo incorrecto y, peor aún, al descubrir que había muerto mientras él esperaba en la sala de espera.

El certificado de defunción atribuyó la muerte de Joca a un paro cardíaco, pero para Fantazzini, fue un acto de negligencia que acabó con la vida de su fiel compañero.