En un hecho que estremeció a la tranquila ciudad de Sidney, Australia, un hombre desató el pánico y la tragedia al irrumpir en el centro comercial Westfield Bondi Junction, al este de la ciudad, y apuñalar brutalmente a varias personas que se encontraban realizando sus compras habituales. El saldo de este violento acto dejó al menos seis personas muertas y varias heridas, incluyendo a un bebé de tan solo nueve meses.

El caos se desató en un día que prometía ser tranquilo, cuando el agresor, cuya identidad aún no ha sido revelada, comenzó a atacar indiscriminadamente a los presentes en el centro comercial. La escalada de violencia solo cesó cuando una valiente inspectora de policía confrontó al agresor, quien se negó a rendirse y finalmente recibió un disparo fatal por parte de las autoridades.

Agresor abatido por la policía

El subcomisionado de policía de Nueva Gales del Sur, Anthony Cooke, describió el evento como escalofriante y destacó el acto heroico de la oficial que puso su vida en riesgo para detener al agresor y salvar a varias personas de una muerte segura. En total, ocho personas resultaron heridas en el ataque, entre ellas el bebé de nueve meses, quien fue llevado de urgencia a cirugía.

La comisionada Karen Webb, en una conferencia de prensa posterior, aseguró a la comunidad que no hay un riesgo continuo y descartó la posibilidad de un acto terrorista. Sin embargo, la motivación detrás del ataque aún no fue determinada por las autoridades, quienes continúan trabajando en la identificación del agresor y en esclarecer los motivos que lo llevaron a cometer esta terrible tragedia.